En la mayoría de las ocasiones se
presenta al Estado y al emprendimiento (y la innovación) como dos mundos
separados. La idea de un Estado con exceso de burocracia, lento y sin dinámica indica
que es imposible emparentarlo con la dinámica, la innovación, la rapidez y lo
brillante del mundo emprendedor.
Sin embargo, existen experiencias
que indican lo contrario. Mariana Mazzucato es directora del Instituto para Innovación
y Propósito Publico en la UCL (University College London) y una voz experta en
temas de innovación y tecnología. Ella afirma que varias de las innovaciones
que actualmente están en el mercado y que han sido disruptivas en su momento
han sido originadas por iniciativas estatales y fondos públicos.
Hacía tiempo que no escribía y
este tema lo venía pensando porque es algo cada vez más habitual en nuestra
vida. Todos pasamos mucho tiempo con el celular conectados a cualquiera de las
redes sociales, ya casi de forma obsesiva. Son incontables las veces que
desbloqueamos el celular para poder ver las novedades de nuestro grupo de
afinidad y ver que están haciendo nuestros amigos,conocidos e influencers.
Y yo percibo esta realidad: en
las redes somos todos bellos, atléticos, ganadores, seductores, no conozco a
nadie que ponga una foto representando algún fracaso o en una situación desfavorable.
Parece ser que las sensaciones son todas positivas y todos nuestros seguidores
y nuestros seguidos son las personas más felices del mundo.
Es esto así? Que tan sinceras son
las fotos y las expresiones en las redes sociales? Y aprovecho para hacer un “mea
culpa”: esta foto fue tomada a 5 minutos antes de mi primer y único abandono en
una competencia de trail. Si, cualquiera que la ve piensa que estoy llegando
victorioso a la meta y la realidad es que llevaba 3 horas descompuesto, sin
fuerzas y esperando ese puesto para poder abandonar.
No todo lo que está en las redes
significa una constante en la vida del que postea, tampoco es su realidad
definitiva, tomémoslo como algo más, sin que esto pueda herir la autoestima o significando
que todo lo que hacemos sea un fracaso si no es ideal, como que el resto puede
hacer cosas mejores. Las redes son un pasatiempo, reconozco que forma parte de la realidad diaria de cada uno de nosotros, pero la vida es otra cosa, está
afuera del celular y es bien distinta… con sus cosas mejores y peores.
Acá un video interesante que
ilustra lo que quiero decir. Escucho comentarios (creditos video: proyecto Discover Monterrey)
Que tema ¡¡ Muchas personas hablando de esto e intentando
imaginar y analizar el futuro del trabajo en los próximos años.Yo pretendo aportar mi humilde granito de
arena.
A mi criterio, todo está cambiando MUY rápidamente, más de
lo que pensaba, más de lo que estaba cambiando en todos estos años anteriores, diría
que el cambio es exponencial.
Esto significa que habría que ir buscando algunas
soluciones y alternativas inmediatas para poder aunque sea anticipar un poco
los
cambios que se vienen, pero no esperando algo desde las empresas, gobierno,
universidades (eso difícilmente lo podamos manejar nosotros), sino que podemos
hacer por nuestra cuenta para ser “empleables” (termino que no me gusta pero es
el único que encuentro).
Hay que ser consciente de algo: las condiciones de vida que teniamos en el mundo del siglo pasado son historia, el mundo "pre-internet" no va a volver.
Esto abarca a todas las actividades que nos podemos imaginar: el trato con nuestros hijos, la venta personalizada en los locales, los objetivos personales, el liderazgo dentro de las organizaciones, los métodos educativos, los medios de comunicación, es decir, TODO cambió.
Si no somos conscientes de eso, seguramente nos encontraremos "fuera de mercado" en todos los aspectos de la vida. Y nuestros hijos nos van a ver como alguien raro, nuestros clientes van a comprar todo en internet, la educación sera informal y vía YouTube y los empleados se van a ir de la empresa por falta de lideres.
Ya sea que tengamos 30 o 50 años, tenemos que revisar como vivimos y adaptarnos a los lineamientos del siglo XXI, sin estar esperando que vuelvan "los viejos tiempos", mas bien resignandonos a que no van a volver mas (que, a mi criterio, es buenísimo).
“Esto no es
sólo una crisis económica, estamos ante un momento de cambio histórico: la Era Industrial
y todas sus instituciones se han quedado sin energía”. Esta afirmación la
hizo Don Tapscott, experto en estrategia de
negocios a través de internet.
Todos somos conscientes de
que se necesita un cambio en todas las organizaciones para mantenerse
competitivas a lo largo del tiempo. Existen nuevos paradigmas a ser analizados
para poder llevar a cabo la ardua pero necesaria tarea de adaptar las
organizaciones a las necesidades de la Era Digital.
Hay gran cantidad de bibliografía
hablando de teoría de la administración, organigramas, departamentalización, supervisión
y control, pero todos dirigidos a una organización que ya va camino a desaparecer:
la organización de la Era Industrial. Obviamente, toda esa información fue muy útil
en otro contexto de la historia, donde ameritaba un tipo de organización con
otro diseño muy distinto al que se necesita actualmente.
Vivimos tiempos vertiginosos en
general, que no es lo mismo que peligrosos. Pueden llegar a ser peligrosos para
las compañías que no tomen conciencia de este vértigo que existe en
el entorno actual de negocios, para los que no se adapten a las nuevas reglas y
para los que subestimen el momento de cambio constante que estamos viviendo.
Las reglas dejaron de
ser impuestas por las compañías y pasaron a ser impuestas por las personas. La masificación de Internet es la causa del empoderamiento
de la gente (positivo, a mi criterio), que ahora decide donde comprar, a quien comprar y por qué medio
comprar, sin límites ni barreras de distancia. El mercado es el mundo.